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Más alla del cómic: el Pratt más desconocido
Corto Maltés es globalmente reconocido. Otras historias como Sgt. Kirk, Los escorpiones y Ernie Pike también son ampliamente conocidas. Pero Hugo Pratt desarrolló muchas más obras. Algunas no tan conocidas, curiosas, extrañas que durante mucho tiempo estuvieron fuera de alcance, convirtiéndose en valiosos objetos para coleccionistas.
¿Quién sabe, por ejemplo, que en 1993 decoró a su manera un modelo de Formula 1 (el Ligier-Renault conducido por Martin Brundle) que le encargo la marca de tabaco Gitanes? El vehículo diseñado por Pratt compitió en los dos últimos grandes premios de la temporada en Japón y Australia, ambos ganados por Ayrton Senna, aunque ya comenzaba a asomar en el horizonte un muchacho alemán al que todos amamos: Michael Schumacher.
¿ o que ilustró una historia de Aleksadr Solzenitsyn para Kent, una de las primeras revistas para hombres de 1969? Para la marca Puma en 1984 creó una tira con Corto Maltés en versión “caminante de las estrellas”. El reclamo decía: “Puma, solo para pies aventureros”. En esta historia, contada por Corto, de Puma, el hermano gemelo de Ocelot (dos supuestos dioses aztecas) que se convirtieron en el guerrero de la raza y el guerrero del viento. Al final de la historia se leía la siguiente inscripción: “El caminante celestial no es solo un mito, también es una realidad. Aquí les presento a Puma, que, gracias a sus zapatos mágicos, siempre resulta vencedor dentro del mundo de la aventura”.
Cuando aún estaba por llegar Moleskine, Pratt elaboró en 1985 “Logbook- un cuaderno de viaje” adjunto a la revista Corto Maltese y, siempre el mismo año y siempre adjunto a la revista, creó “Hallo? Habla más fuerte”, una guía telefónica de las que se usaban por aquel entonces, antes de la llegada de los teléfonos móviles.
No faltan calendarios (hizo uno en 1971 con otros autores de cómics como Guido Crepax, Dino Battagalia, Franco Caprioli, Rino Albertarelli y Walter Molino), ni álbumes para colecciónes de pegatinas (uno en 1978 para Panini di Modena con cromos de Corto, otro en 1988 para el mercado español), etiquetas de vino del Domaine Wannaz-Chenaux ( en el que se ganaba una estancia de 9 días en 1994 en Las Maldivas para dos personas), sellos postales (emitidos en su honor por Lucca Comics en 1996) e incluso naipes (Tarocchi di Corto Maltese).
Amante de la música, de toda la música pero sobre todo del jazz (¿recuerdas? En Argentina también se hizo buen amigo de Dizzy Gillespie), a Pratt le encantaba diseñar las portadas de discos de sus amigos músicos. Lo hizo para Paolo Conte, Sergio Endrigo, Sylvia Fels, Lio, Totò (su interpretación dibujada con acuarela de Malafemmina es maravillosa), Marc Robin, Ogoun Ferraille, Nino Ferrer y otros. Y aún hoy muy pocos saben que Hugo también grabó un disco: fue en 1981 y para el documental “La ballade plus loin” de Michel Tournier y Jean.
Claude Guilbert, cantó una versión de “Maid of Amsterdam”, una balada tradicional inglesa del siglo XVII que se hizo muy popular entre los marineros de la reina Isabel. La pieza fue luego grabada en una colección de tres CD publicados por Castermann titulada Notes Voyage – les musiques de Corto Maltese.
Finalmente el actor Hugo Pratt. A Pratt le encantaba el cine. Cine de aventuras, cine de acción, las películas de detectives de Marlowe, los grandes clásicos hasta su querido Ridley Scott.
Pero, más por diversión que por inspiración profesional, el gran artista también protagonizó cuatro películas entre 1977 y 1992. Son: “La noche de la marea alta” de Luigi Scattini con Giacomo Rossi Stuart, Annie Bell y Anthony Steel en la que Pratt interpreta al dueño de una empresa de jeans.
Luego, en 1978, “Cuando estuvo allí, querido” con Paolo Villaggio, Mario Capotenuto, Maria Grazia Buccella y Gianni Cavina. Aquí Pratt es un senador que en el pasado fue una especie de anarquista. En 1986 le toco el turno a “Blood Red” dirigida por Leos Carax y con Michel Piccoli y Juliette Binoche. Finalmente, en 1992, “Nero Italia” de Giancarlo Soldi, guión de Tiziano Sclavi con Sergio Castellitto y Chiara Caselli con Pratt en el papel de un comisario de policía, no debe tomarse realmente como un ejemplo.
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