El personaje se inspira directamente en el corresponsal de guerra estadounidense Ernie Pyle, que murió al final de la Segunda Guerra Mundial en un islote del Pacífico cerca de Okinawa, mientras seguía a la 77ª División de Infantería de los EE.UU. en la que estaba encuadrado: la inscripción tallada en una estela de madera —quién sabe si existirá todavía— registraba una fecha: el 18 de abril de 1945. Como periodista, Pyle siguió las vicisitudes bélicas en los diversos frentes de la escena mundial enviando reportajes que, por entonces, lo hicieron muy conocido en su país. Con la personificación de Ernie Pike en este cómic de altos vuelos los autores pretendieron rendir homenaje a la extraordinaria figura de aquel hombre que supo como pocos transmitir las atrocidades y el absurdo de la guerra.
Muchos han afirmado que, sin los dibujos de Pratt, esta serie nunca habría alcanzado las altas cimas de un éxito tan impactante, y probablemente sea realmente así, pues ningún otro dibujante ha sido capaz de penetrar en el espíritu del personaje de manera tan completa y total como el maestro de Malamocco (como lo llamará años más tarde el gran Odb, es decir Oreste del Buono).